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Una pena de amor de algún corazón roto y hasta un instante en soledad, pueden ser parte de los cientos de momentos en los que se puede degustar “Morir-se de Amor”, el vino que Omar Araujo trajo a Buenos Aires el pasado 7 de Octubre.
El Café de París de Vicente Lopez, fue el lugar donde se realizó la presentación en sociedad de "Morir-se de Amor", un exclusivo encuentro que reunió amigos y afectos, en un momento íntimo y agradable con una degustación descontracturada a cargo de Fernando Dominguez y Claudio Siniscalco de Felicitas Catas con Estilo.
Parte del grupo que compone Morir-se de Amor son Gachi Dominguez, quien esta a cargo de la imagen y del enólogo Adrián Vargas quien crea este vino proveniente de los viñedos de
bodega Atamisque, ubicada en pleno corazón de Valle de Uco a 1300 m.s.n.m
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De la propia voz de Omar y acerca de su vino:
“Este es un proyecto muy pequeño, pero no por ello poco sentido. Es muy profundo, visceral e intenso que se desprende de lo que estoy haciendo”
“Creo que uno es el resultado de los abrazos que da en la vida, y en este sentido, llego al vino como un simple consumidor, buscando una alternativa diferente e innovadora”
Desde un principio su creador buscó un producto diferente, en un mercado plagado de excelentes varietales al 100%.
Hay que tener en cuenta que a este malbec se le suman los aportes de los otros varietales que llegan a un 15%, la influencia del cabernet sauvignon y merlot, como expresa su contra etiqueta.

El proyecto tiene la particularidad de que no tiene detrás un sustento de grandes capitales y la política es de diferenciación y exclusividad, ya que en esta primera etapa cuenta con una partida
muy limitada de tan solo 1900 botellas

Es un producto pensado para los que disfrutan de un buen vino y están buscando algo diferente. Para aquellos consumidores que vienen con un recorrido y hablan del vino mientras lo toman.
Morirse-se de Amor tiene una historia que en algún momento nos involucra o con la que nos sentimos identificarnos.

Dice Omar, “estoy feliz y me abrí que no lo puedo creer... la venta es directa en una primera etapa. trataremos de elegir bien dónde, aunque ya algunas botellas están viajando.
Tengo clientes en distintos lugares que ni me imaginaba. Pero son clientes de amigos, muy valiosos para esta etapa. Es muy linda experiencia…”

Con una crianza de 18 meses en barricas de roble francés y con un potencial de guarda de cinco años, es un vino de color rojo intenso y profundo, atrapante en nariz ya que presenta
frutas rojas y negras, finamente balanceadas con notas de cuero y tabaco.

En boca es concentrado pero fluido, donde el final de taninos dulces y vibrantes ponen un nota final de equilibrio, siendo ideal para  acompañar c
arnes sazonadas, cordero, ahumados, comidas
a las brasas, pastas rellenas,postres con chocolate, moca, café y sabores especiados.

“Es la realización de un sueño. ..como un hijo y por ahora hay que cuidarlo mucho. 
Que crezca sano, el tiempo dirá cómo seguimos. Lo bueno está por venir”…

Omar Araujo
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